El primer ministro en funciones israelí, Benjamín Netanyahu, que recibió el encargo de formar el próximo Gobierno tras las elecciones celebradas el 17 de septiembre, inició este jueves el proceso de negociaciones en un escenario de gran dificultad para desbloquear la situación y que podría culminar en unas terceras elecciones.

 Aunque el centrista Benny Gantz, quien lidera la coalición Azul y Blanco, obtuvo un escaño más que Netanyahu es apoyado sólo por 54 diputados de la Kneset (Parlamento), de los cuales los diez del bloque árabe anunciaron que no estarán en su Gobierno, por lo que el presidente Reuven Rivlin nominó a Netanyahu, que -aunque escasas- tiene más opciones de llegar a la cifra mágica de 61 de los 120 necesarios.

El líder del Likud dispone de 28 días y dos semanas adicionales para lograrlo, informó la agencia de noticias EFE.

“Recibo esta misión sabiendo que la incapacidad de hacerlo es un poco menor que la de Gantz. Israel necesita un amplio Gobierno de unidad para lograr la reconciliación interna y afrontar los enormes desafíos en seguridad”, declaró Netanyahu aludiendo a “los últimos ataques de Irán contra Arabia Saudita y contra Israel desde Líbano, Siria, Irak y Gaza”.