Más allá de los robots y la IA, el mundo laboral nos presenta otros desafíos: la coexistencia de generaciones con los baby boomers, los inmigrantes digitales, los millenials y los centennials en el mismo ámbito, la creciente incorporación y empoderamiento de la mujer en roles de dirección, los entrepreneurs y la generación Z. El formato laboral será completamente diferente, ya no habrá un 9 a 6, mucha gente será temporaria, el empleador no valorará el tiempo dedicado a la tarea sino el valor agregado que aporta cada uno, se retribuirá por la capacidad, por el talento. Los trabajos serán muchas veces virtuales, se realizarán por proyectos de hecho ya hay plataformas que administran el trabajo de esta forma, como el Open Place Market de IBM, o Workana. Adiós a los empleos tradicionales, con salarios mínimos, horas extras y seguro médico. Se viene la GIG economía, la economía de los contratistas independientes, la de los freelancers.
Luego de que la computadora Deep Blue le ganara al campeón de ajedrez Kasparov, éste inventó un nuevo juego que consistía en una dupla de un humano asistido por una computadora, a esa dupla la llamó Centauro. Ya no ganaba el ni el mejor jugador ni el mejor software, sino que ganaba el mejor equipo. Las personas que mejor se integren con las máquinas, los robots, y la IA serán los más exitosos. Las que puedan convertirse en seres “híbridos”, una mezcla de máquina y humano que les permita desarrollar el área más humana del trabajo. Esto porque las máquinas harán lo rutinario y fácilmente delegable y darán tiempo a que, por ejemplo, los médicos puedan contener mejor a sus pacientes, los abogados a escuchar con más tiempo los problemas de los clientes y los ingenieros y arquitectos a desplegar sus máximas capacidades creativas.
Los optimistas del futuro nos dicen que las industrias más innovadoras crearán nuevos puestos de trabajo. Estas industrias innovadoras, según Thomas Frey, el creador del Instituto Da Vinci, un famoso futurólogo, serán las del 3D, la realidad virtual y aumentada, el Big Data, etc. Habrán chefs de comida 3D, diseñadores de realidad virtual, gestores de desperdicio de datos y otros. Los ingenieros agrónomos serán muy solicitados ya que los desiertos serán irrigados, también los arquitectos urbanistas, debido a la explosión demográfica.
Lo importante es prepararse, seguir estudiando, sobre todo los adultos, desaprender lo conocido y estar abierto a lo nuevo. Probar las nuevas aplicaciones, estar abierto al cambio, amigarse con la tecnología, convertirnos en centauros, saber arriesgar, probar lo nuevo y aceptar los errores y el fracaso como una forma de aprender y fortalecerse, y no quedarnos atascados en conocimientos que hoy tienen muy pronta fecha de vencimiento.
(*) Licenciada en Psicología (UCA). Directora Ejecutiva de Valuar.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201907/376239-el-futuro-y-el-trabajo.html